¿Tienes que volver al trabajo y dejar a tu bebé con una niñera por primera vez? La ansiedad por separación es una etapa natural pero desafiante tanto para el bebé como para los padres. En este artículo te damos consejos concretos y efectivos para que la adaptación del bebé a la niñera sea progresiva, empática y sin estrés. Aprende a gestionar tus emociones, organizar despedidas adecuadas y facilitar una transición que fortalezca la confianza y la autonomía de tu hijo.
Hasta ahora te habías encargado tú sola del cuidado de tu hijo. Pero ahora ya no es posible: tienes que volver al trabajo. O simplemente necesitas un poco de descanso y compartir la crianza con otra persona: una canguro. Ya la has elegido y te parece perfecta: es paciente, competente, simpática. ¿Y ahora? ¿Cómo hacer para que el niño se acostumbre a la canguro? Se lo hemos preguntado a una profesional especializada en estos procesos.
Hablamos con la Doctora Perla Margherita Amodio, psicóloga especializada en evaluación psicodiagnóstica y psicoterapia infantil y adolescente, así como en apoyo a la parentalidad.
Como profesional, Perla Amodio trata a diario con niños de todas las edades que presentan problemas de ansiedad. Le pedimos algunos consejos. ¿Cómo introducir a la canguro en la dinámica familiar? ¿Qué hacer si se trata de una nueva canguro que sustituye a la anterior?
Al principio: ¿el niño debe participar en la elección de la canguro?
La elección de la canguro es una etapa muy delicada, en la que hay que encontrar el equilibrio entre las necesidades de los padres y las del niño. Es decir, hay que conciliar los aspectos prácticos y económicos de la familia con la necesidad de establecer un vínculo afectivo entre el niño y la persona que lo cuidará. Mi consejo es informarse primero sobre el coste medio de una canguro, para evitar expectativas poco realistas. Después, realizar una primera entrevista solo con adultos, para hablar del currículum y de la disponibilidad. En una segunda entrevista se valora la capacidad de la canguro para conectar con el niño.
La transición: cómo acostumbrar al niño a la canguro sin estrés
¿Lo primero? Empezar con tiempo. Cuando la figura principal de apego (generalmente la madre) tiene que separarse del niño, por ejemplo al reincorporarse al trabajo, es fundamental hacer esa transición de forma gradual y sin presión, para manejar bien la ansiedad de separación. Nunca tengas prisa. Puedes comenzar con una o dos horas de separación, e ir aumentando hasta alcanzar el horario necesario. Los primeros días, saldrás de casa una hora. Luego dos. Luego tres. Y así progresivamente.
Otro aspecto clave es tu propia actitud. Si tú lo vives con calma, tu hijo también lo sentirá así. Le resultará más fácil crear un vínculo con la canguro si percibe que tú estás tranquila.
Es recomendable, además, no introducir otros cambios importantes durante esta etapa: nada de quitar el chupete, empezar la retirada del pañal o introducir el destete justo en ese momento.
¿Y si trabajas desde casa? ¿Se acostumbrará igualmente?
Trabajar desde casa con un niño presente es un reto. No solo tendrás que acostumbrarle a la presencia de la canguro, sino también a que tú estés disponible físicamente pero no emocionalmente. Para facilitar este proceso, durante el primer día con la canguro, esta debe mantenerle ocupado con actividades muy agradables durante todo el tiempo que estés trabajando. Verás que a partir del segundo o tercer día la situación mejora.
Otra estrategia útil es tener un espacio de trabajo donde no te vea: ojos que no ven, corazón que no siente. Además, crea una pequeña rutina al despedirte. Un gesto, una frase, algo sencillo adaptado a su edad, para que entienda que mamá está trabajando y que mientras tanto puede pasárselo bien con la canguro.
Comida y siesta: cómo gestionar el “relevo” entre madre y canguro
Comer y dormir son momentos especialmente sensibles en la rutina de los niños. Al principio, todas las indicaciones que le des a la canguro le ayudarán a entender las costumbres del pequeño. Pero luego hay que confiar en que el niño y la canguro encontrarán su propio modo de hacerlo. Incluso entre madre y padre hay pequeñas diferencias en las rutinas, y eso también funciona.
Lo importante es que haya objetivos comunes. Todos los que cuidan del niño deben estar de acuerdo en las reglas: los horarios de las comidas y la siesta, el uso del chupete, el orden en la habitación. Especialmente relevante es que la canguro colabore en los esfuerzos de los padres por fomentar la autonomía del niño. Si se ha decidido que ya no se le va a dar el chupete o que debe comer solo sentado en la mesa, la canguro debe seguir la misma línea.
Una canguro se va, otra llega. ¿Cómo gestionar el cambio?
Separarse de una canguro que ha pasado muchas horas con el niño puede ser difícil. Lo ideal es que este cambio se haga de forma gradual para que la transición sea lo menos traumática posible. Durante un breve periodo, la canguro anterior puede seguir viniendo algunos días a la semana mientras se introduce a la nueva.
Durante esta fase, conviene que los padres estén más presentes para garantizar estabilidad emocional. Si cambian las canguros, al menos mamá o papá siguen ahí. También es aconsejable que la canguro saliente se despida del niño y, si la edad lo permite, le explique que otra persona le cuidará y jugará con él a partir de ahora.

¿Puedes darnos 5 consejos prácticos para gestionar la ansiedad por separación?
La ansiedad por separación es una emoción normal que puede aparecer cuando las figuras de apego se alejan. Mamá vuelve al trabajo y el niño se queda con una canguro nueva. Papá tiene que viajar por trabajo. Cambia la persona que le cuida. El niño puede reaccionar con llanto o protestas intensas.
Suele comenzar alrededor de los 8 meses, se intensifica entre los 12 y 18 meses y suele ir desapareciendo hacia los 3 años. Para los padres puede ser complicado, pero deben recordar que se trata de una fase natural y temporal del desarrollo. Sin dramatizar, deben apoyar al niño y ayudarle a desarrollar su capacidad para gestionar las dificultades. (Consulta también nuestros consejos para la adaptación a la escuela infantil).
Para ayudar a las madres y padres a acompañar a sus hijos, propongo actuar en base a estos cinco principios:
1. Serenidad
Mantén la calma. Los niños perciben las emociones de su entorno. Si el ambiente es tranquilo y confiado, ellos también se sentirán seguros. Aunque no sea agradable ver que tu hijo lo pasa mal, si estás convencida de que es una etapa normal y positiva, y que tu hijo tiene recursos para afrontarla, esa seguridad se la transmitirás.
2. Decisión
Si la ansiedad por separación está relacionada con tu vuelta al trabajo y la incorporación de una canguro, debes mostrarte cariñosa, paciente y comprensiva, pero también firme. Establece una rutina de separación gradual para que el niño desarrolle herramientas de adaptación, pero sin fomentar la evitación. La incorporación de la canguro debe seguir adelante.
3. Claridad
Cuando te separes del niño, despídete con una sonrisa y recuérdale que volverás pronto. Si ya tiene edad para entenderlo, dile en qué momento volverás: “después de comer”, “después de la siesta”. No te vayas nunca a escondidas. Los niños no manejan el tiempo como los adultos, se orientan por rutinas, así que usa esos momentos como referencia.
4. Sin culpas
No intentes compensar tu sentimiento de culpa con promesas, regalos o prometer que volverás enseguida. No tienes nada de lo que disculparte. No estás haciendo daño a tu hijo, simplemente estás incluyendo una nueva figura en su vida. En vez de sentirte culpable, mejora la calidad del tiempo que pasas con él. Haz algo divertido juntos o dedica un rato solo para mimos.
5. Empatía
Valida lo que siente tu hijo. No le regañes ni minimices su malestar. Dile que comprendes cómo se siente y que es normal. Puedes contarle que tú también viviste algo parecido de pequeño, y que con el tiempo aprendiste que mamá y papá siempre vuelven.
Acostumbrar al niño a una canguro puede ser una etapa difícil, pero no es imposible. Como nos ha explicado Perla Amodio, tu papel es el de acompañar al niño con cariño y firmeza durante este proceso. Con empatía, seguridad y tiempo, todo se supera.
¿Y tú? ¿Cuál ha sido tu experiencia? Escríbenos y compártela con nosotros.
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